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Autobiografía lectora y audiovisual

¡Buenas, compañeros y compañeras!

A lo largo de esta autobiografía lectora y audiovisual, reflejaré las aportaciones de la lectura y del cine en mi vida e incidiré especialmente en las producciones de las que más he disfrutado.

Mi primera toma de contacto con ambas actividades se dio a la edad de cuatro años. Por aquel entonces, comenzó mi aprendizaje escolar mediante la lectura de palabras que desembocaron en breves oraciones, a la vez que mis padres me leían cuentos clásicos, entre los que se encontraban Caperucita roja, Ricitos de oro o El gato con botas, así como también me adentré en el mundo Disney, con películas como La CenicientaLa bella y la bestiaLa sirenita o Mulán. Todos ellos me inculcaron valores como la perseverancia y el esfuerzo (Los tres cerditos), la necesidad de decir siempre la verdad (Pinocho) y la importancia de no prejuzgar (El patito feo).


En segundo lugar, con ocho años aproximadamente, empecé a leer obras de detectives y de mundos fantásticos, temáticas que se repetían en las películas que veía, ya que eran mis favoritas (Scooby Doo, JumanjiKika Superbruja, Las aventuras de Gerónimo Stilton, El club de Tea, etc.). Estas obras literarias, aunque no superaban las cien o doscientas páginas porque eran iniciáticas, me aportaron el vocabulario y la fluidez necesarios para disfrutar de una lectura eficaz hoy en día. Estas novelas estaban plagadas de dibujos y contaban historias que incitaban a seguir leyendo, por lo que fue gracias a ellas por lo que me aficioné a la lectura, además de ser un recurso clave para que me lograra dormir por las noches. De las películas que vi recuerdo con especial cariño la saga de Harry Potter, ya que llegué a ella gracias a mi hermano mayor, con quien me sentaba durante tardes y tardes frente al televisor (tenemos la saga entera). 


En tercer lugar, desde los once años hasta la actualidad, con catorce, me he aficionado a las novelas de la escritora Laura Gallego, así como a la saga de libros de Harry Potter después de haber visto las películas. En el ámbito académico, he leído clásicos como El Lazarillo de Tormes Fuenteovejuna, al igual que Charlie i la fàbrica de xocolata o A Christmas Carol, en distintos idiomas. Todas estas obras me han ayudado a mejorar mi forma de redactar y a ampliar mi léxico, así como a conocer el estilo de vida de otras personas y a acercarme a las costumbres de distintos países y a otras épocas de la historia. Estas lecturas las combino con revistas, noticias y artículos de Internet, ya que me permiten mantenerme informada acerca de asuntos de la actualidad y comenzar a desarrollar un pensamiento crítico. Esto me resulta especialmente útil debido a que estoy en el equipo de debate del colegio y, para competir con otros centros, tengo que estar al tanto de lo que ocurre a mi alrededor. En cuanto a los elementos audiovisuales, mi descubrimiento estrella de esta época es Netflix, una plataforma en la que veo sobre todo series de adolescentes (ÉliteGleeFriends, etc.), ya que son las que más me entretienen y me ayudan a desconectar de los temas académicos.

En definitiva, a lo largo de mi vida he aprendido a hacer de la lectura y del cine dos hobbies de los que disfruto y de los que aprendo tanto en el plano personal como en el profesional.   

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