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Creación de constelaciones literarias: literatura tradicional y narrativas multiplataforma

¡Buenas tardes, compañeros y compañeras!

Siguiendo las indicaciones y consejos de nuestros estimados profesores -infinitas gracias, de corazón-, en este nuevo post os traemos nuestras dos constelaciones por si os pueden servir de inspiración y de ayuda para crear las vuestras -ampliad las pantallas cuando lleguéis a las imágenes-. Después de modificarlas mil veces durante horas y horas, de insertar hasta un total de cerca de cincuenta referencias y de comprobar la relación entre ellas, a continuación os dejamos nuestras dos versiones. Como os podéis imaginar por la fotografía de la derecha -ahora hablaremos sobre ella-, nuestra musa y objeto de estudio ha sido la sin par Blancanieves. Lo cierto es que esta señorita nos lo ha puesto muy sencillo porque hay muchísimos productos culturales vinculados con ella, como se puede ver en la imagen que adjuntamos -auténtica maravilla no incluida en las constelaciones porque no hemos logrado dar ni con su autor ni con su año de creación, a pesar de haber preguntado a personas que la habían difundido en las redes sociales-. ¿Sois capaces de reconocer a todos los personajes que aparecen? La vinculación entre todos ellos, como podéis deducir, es la manzananita que lleva el camarero en la bandeja -lo que da de sí una simple fruta-. Leemos en comentarios vuestras respuestas:).


Antes de adentrarnos en estos trabajos, hemos realizado una introducción para conocer un poco más la historia de esta princesa. Como sabéis, Blancanieves es un cuento de hadas de tradición oral cuya versión más conocida es la popularizada por los Hermanos Grimm en el año 1812, si bien Walt Disney hizo una adaptación cinematográfica en 1937, introduciendo una serie de elementos y suprimiendo otros que cambiarían la versión de esta historia para muchas de las personas que creen conocer la original. Así, la diferencia fundamental entre ambas versiones radica en que en la de Jacob y Wilhelm se ahonda en ciertos aspectos macabros, pues la madrastra intenta matarla en tres ocasiones y su historia concluye con una venganza protagoniza por Blancanieves y el príncipe contra la malvada madrastra, mientras que en la de Disney se endulza la segunda parte de la historia, pues Blancanieves huye al bosque, donde encuentra a los enanitos, y muerde la manzana, pero el final es diferente, pues la princesa despierta gracias al conocido beso del príncipe y, tras esto, ambos regresan, por lo que no aparece la escena de la venganza. 
         A partir de esta versión de los hermanos Grimm, han sido muchas las variantes que se han difundido en estos más de dos siglos, algunas de las cuales suelen repetir como elemento recurrente el hilo argumental principal, si bien algunos personajes -madrastra, enanitos, príncipe, etc.- o sus actuaciones cambian atendiendo a las versiones, así como también los símbolos propios de esta historia -espejo, manzana, etc.-. Sería imposible dar cabida en este trabajo a las múltiples renovaciones que ha sufrido el cuento con el paso del tiempo, pero sí aludiremos a continuación a distintos ejemplos de estas reformulaciones de las que hablamos. 
En cuanto a sus orígenes, a lo largo de la historia se ha defendido que el personaje de Blancanieves está inspirado en dos mujeres históricas: la baronesa Maria Sophia Margaretha Catharina von Erthal (1725-1796) y la condesa Margaretha von Waldeck (1533-1554). En cuanto a la primera, fue el historiador local Karlheinz Bartels el que defendió en su obra Zur Fabulologie des Spessart (1990) su vinculación con la figura de Blancanieves, pues se trata de una mujer que fue alabada por su belleza y su bondad, representando los atributos de una princesa. Tras el fallecimiento de su madre, su padre contrajo matrimonio con otra mujer que favoreció a sus hijos por encima de a su hijastra. También se cuenta que su padre mandó construir un gran espejo como regalo para su nueva mujer, que actualmente se encuentra en el Spessart Museum, a lo que se ha de añadir el hecho de que esta mujer ejerciese una gran influencia, consiguiendo que su hijastra se instalase en otro hogar, donde entraría en contacto con los pequeños obreros que trabajaban en las minas de la zona, pues eran los niños fundamentalmente quienes podían acceder a los angostos túneles de las minas, los cuales se identificarían con los enanitos del cuento. Por si esta relación no fuera suficiente, se ha señalado que la región en la que vivió es famosa históricamente por su artesanía y, en concreto, por el trabajo con el cristal, de modo que fueron muchos los espejos que se construyeron, entre ellos el que encargó su padre como regalo para su nueva mujer. A pesar de que se desconozcan las causas de su muerte, se ha señalado que quizá el ataúd de vidrio que aparece en la historia proviniese de las fábricas de la región y que el veneno contuviese belladona, de cuyo crecimiento en la zona se ha hablado en distintas ocasiones.
Sobre esta segunda, la historia que se cuenta es similar, pues se ha hablado desde antiguo de su belleza, así como también el historiador alemán Eckard Sander publicó un libro titulado Schneewittchen: Märchen oder Wahrheit?: ein lokaler Bezug zum Kellerwald (1994) donde afirmó que su vida sirvió de inspiración para la conformación de la historia de Blancanieves, pues también tuvo una madrastra muy estricta al casarse su padre de nuevo, con quien parece ser que no tuvo una buena relación. Este poseía varias minas de cobre en las que trabajaban niños, como en la anterior historia, estableciéndose de nuevo la semejanza entre estos y los enanitos de la historia de los Hermanos Grimm. Además, se sugirió que Margaretha murió a la edad de 21 años al haber sido envenenada, por lo que la relación entre ambas figuras sería todavía mayor. A pesar de estas versiones, no se sabe a ciencia cierta cuál es el origen del argumento, pues son muchos los folkloristas que han señalado vinculaciones que han sido puestas en entredicho posteriormente. 


Centrándonos ya en los trabajos propiamente dichos, en primer lugar, os presentamos nuestra constelación bibliométrica -gracias, Fran, por la aclaración en esa maravillosa entrada del blog para los que todavía nos confundíamos con la terminología-. Como podéis observar, está organizada por áreas temáticas gracias a los carteles que sujetan los enanitos -literatura canónica; reelaboraciones literarias, a partir de la versión de Blancanieves de los hermanos Grimm y Disney; arte; teatro y ópera; música y videojuegos; televisión y publicidad-. Para elaborarla, hemos utilizado como plantilla una imagen del humilde a la par que feliz hogar de esta princesa y hemos insertado en ella a los siete enanitos y las manzanas. El que aparece a continuación sería, por tanto, nuestro mapa conceptual, donde recogemos los elementos que hemos encontrado del universo literario de nuestra princesa.


A continuación, os dejamos nuestra base de datos previa, es decir, la lista de las casi cincuenta referencias que hemos decidido incluir -algunas de ellas os podrían servir, ya que también aparecen ciertos personajes de cuentos tradicionales-: 
1. ELEMENTOS LITERARIOS
1.1. HIPOTEXTO: 
Basile, G. (1634). Pentamerón. Nápoles
Grimm, J. y Grimm, W. (1812). “Schneewittchen”. En Kinder- und Hausmärchen. Berlín.
Homero (s. VIII a.C.). La Ilíada. Grecia.
Nasón, O. (2 d.C. – 8 d.C.). Las metamorfosis. Roma, Italia. 
Rojas, F. (1499). Comedia de Calisto y Melibea. Burgos: Fadrique Alemán. 
Shakespeare, W. (1590). Romeo y Julieta. Reino Unido.
Sófocles (ca. 430 a.C.). Edipo Rey. Grecia.
-, (750 a.C-110 d. C). La Biblia.

1.2. RENOVACIONES LIJ (nuevos hipertextos)
Bernheimer, K. (2010). My mother she killed me, my father he ate me. EEUU: Penguin Books.
Carter, Á. (2014). “La dama de nieve”. En La cámara sangrienta. Londres: Victor Gollancz Ltd.
Damián, G. (2013). “La nieve y los pájaros”. En V. Murguía (Ed.), El camerino: cuentos clásicos reinventados. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Finn, J. (1995). “Blancanieves y los siete enanitos”. En Cuentos infantiles políticamente correctos. Barcelona: Circe.
Gaiman, N. (1998). “Snow, Glass, Apples”. En Smoke and Mirrors. EEUU: Avon Books.
McConaughay, L. (2013). Mirror, mirror: a retelling of Snow White and other stories. EEUU: CreateSpace Independent Publishing Platform.

1.3. OTRAS EXPRESIONES LITERARIAS (hipertextos literarios)
-Novela:
Barthelme, D. (1967). Snow White. Nueva York: Atheneum Books.
Gutiérrez, M. Decir la nieve (2011). Madrid: Ediciones Siruela. 
Tolkien, J.R.R. (1937). El Hobbit. Reino Unido: George Allen & Unwin‎.  
Wilde, O. (1891). El retrato de Dorian Gray. Reino Unido: Ward Lock & Co.
-Cuentos:
Asturias, M. A. (1967). El espejo de Lida Sal. México: Siglo XXI Editories. 
Ramos, M. ¡Soy el más fuerte! (2002). Barcelona: Corimbo
-Artículo:
Woolf, V. (1929). “La mujer ante el espejo”. Harper’s Magazine. EEUU.

2. ARTE
2.1. AUDIOVISUAL
-Películas
Cohn, M. (1997). Blancanieves: un cuento de terrorEEUU: Interscope Communications / Polygram Filmed Entertainment.
Disney, W. (1937). Blancanieves y los siete enanitos . EEUU: The Walt Disney Company.
Howley, John. (1990). Happily Ever After (Snow White and the Realm of Doom). EEUU: Filmation Associates / Kel Air Productions.
Lang, W. (1961). Blancanieves y los tres vagabundosEEUU: 20th Century Fox.
Miller, C. (2007). Shrek terceroEEUU: Dreamworks Animation. 
Sanders, R. (2012). Blancanieves y la leyenda del cazadorEEUU: Roth Films / Universal Pictures.
Searle Dawley, J. (1916). Snow White . EEUU: Famous Players Film Company.
Singh, T. (2012). Mirror MirrorEEUU: Rat Entertainment / Relativity Studios / Yucaipa Films / Goldmann Pictures / Misha Films.
Troyan, C. N. (2016). El cazador y la reina del hieloEEUU: Universal Pictures / Perfect World Pictures / Roth Films.

-Series
Kitsis, E. y Horowitz, A. (2011). Érase una vez. EEUU: ABC Studios. 
Groening, M. (2010). “Cuatro grandes mujeres y una manicura”. Los Simpson. EEUU: Gracie Films. 

2.2. PINTURA
Dickson Batten, J. (1897). Snowdrop and the seven little men.
Everett Millais, J. (1852). Ofelia.
Meynell Rheam, H. (1902). Show White.
Meynell Rheam, H. (1908). Once upon a time.

2.1. MÚSICA
Audio: Thornton, T. (2009). Someday my prince will come. Reino Unido: Disney Channel.
Halsey (2015). Castle. EEUU: Astralwerks.

2.3. TEATRO/ ÓPERA
-Teatro
Ames, W. (dir.) (1912). Snow White and the Seven Dwarfs. Broadway.
-Ópera
Holliger, H. (1988). Schneewittchen. Suiza.
-Musical
Les Luthiers (1969-1970). Blancanieves y los siete pecados capitales. Buenos Aires: Centro de Experimentación Audiovisual del Instituto Torcuato Di Tella.

3. ELEMENTOS TRANSMEDIA/ MULTIMODALES
-Videojuegos
Square Enix (2002-2019). Kingdom hearts [PS2]. Tokyo: Square Enix y The Walt Disney Company.
-Publicidad
Barahona, M. A., TBWA/ Frederick Chile (2007). Almacenes París: Blancanieves. [Anuncio de TV]. Chile. 
Doritos (2010). Blancanieves [Anuncio de TV]. España. 
Verti (2014). Blancanieves [Anuncio de TV]. Madrid. 
Font Vella (2015). Botella Blancanieves. Aguas Danone. Barcelona. 
iLoveVinilo (2015). Vinilo adhesivo MacBook Blancanieves. Amazon. Madrid. 
Jamieson. Raspberry Ale (2009). Blancanieves [Anuncio de prensa]. Australia. 


Todas estas referencias las hemos volcado, en segundo lugar, en la constelación literaria, donde hemos incluido, además, el año de creación de cada producto y una breve descripción de en qué consiste cada uno de ellos. Para que podáis seguir las conexiones, añadimos una explicación a continuación: como podréis ver, el contorno de los recuadros es distinto según el tipo de producto del que se trata -azul para literatura, verde para cuadros, amarillo para televisión y videojuegos, naranja para teatro y música y gris para publicidad-. En la izquierda hemos colocado, principalmente, la literatura canónica y en la derecha, aquellas reelaboraciones de Blancanieves en distintos soportes -literario, musical, pictórico, etc.-, que proceden de la versión de Walt Disney o de los Hermanos Grimm sin haber pasado por el filtro anterior -principalmente las más truculentas o macabras debido a los tintes crudos de Wilhelm y Jacob, que son suavizados en la película animada-. En la parte inferior hemos puesto otros productos de la cultura en los que aparece la figura de Blancanieves, pero ya sin un papel protagonista, pues interviene junto a otros personajes, mientras que la esquina derecha la hemos reservado para la publicidad que toma como motivo principal a esta princesa. Toda esta descripción la tenéis detallada a continuación de la imagen.
         En primer lugar, en cuanto a la literatura canónica, hemos establecido las conexiones en función de elementos que comparte Blancanieves con otras obras: la manzana, el espejo, los enanos, el sueño y la magia. 
Esta fruta en Blancanieves está cargada de negatividad pues, a través de ella, su madrastra consigue envenenarla. Esta no es la primera vez que aparece la manzana con un significado negativo, sino que nos podemos remontar hasta el mito de Paris, en La Ilíada (s. VIII a.C.), donde aparece la famosa “manzana de la discordia” que se disputan las diosas Hera, Atenea y Afrodita, siendo esta última la ganadora por ofrecer el amor de Helena de Esparta al juez, Paris, dando origen a la Guerra de Troya. Igualmente, en la Biblia (750 a.C.- 110 d.C.), la manzana supone la tentación y el pecado, por lo que se trata del único fruto prohibido del Paraíso que no deben probar Adán y Eva. Justamente es esta desobediencia el motivo de que el hombre sea expulsado del Paraíso y privado de la vida plena de la que disfruta en primera instancia. 
En cuanto a los enanitos, Blancanieves se puede relacionar con El Hobbit (1937) aunque, a diferencia de los que acompañan a esta princesa, Tolkien los representa con una gravedad y seriedad que se pierde en la versión de Disney, donde adquieren una visión más cómica. 
Siguiendo con el espejo, este ha tenido una gran importancia a lo largo de la literatura. En Blancanieves es una fuente de verdad y podemos ver que supone el surgimiento de un cierto grado de locura en la madrastra. Esto mismo ocurre en el mito de Narciso en Las metamorfosis (2d.C.-8d.C) de Ovidio, pues este se enamora de su propio reflejo al contemplar su rostro en el agua de una fuente por primera vez y se deja morir de inanición al no querer abandonar esa imagen. Este efecto óptico del desdoble de una persona es similar al que encontramos en El retrato de Dorian Gray(1891), donde un joven posa como modelo para un cuadro y termina deseando ser eternamente igual de joven que en él, por lo que guarda durante la obra la misma apariencia, mientras que la figura retratada envejece por él y va acumulando los negativos efectos de la lujuriosa y pecaminosa vida que lleva Dorian Gray. Regresando al espejo propiamente dicho, este tiene mucha importancia en el relato “La mujer ante el espejo” (1929), donde Virginia Woolf se enfrenta a su propio reflejo e intenta dar muestra de su problema de bipolaridad a través del enfrentamiento entre su cuerpo y el reflejo que ofrece este objeto, el cual es también una fuente de conocimiento y verdad en El espejo de Lida Sal (1967), donde Miguel Ángel Asturias recupera la antigua tradición mágica de la catoptromancia -adivinación por medio del espejo-, lo cual se relaciona con la historia de los Hermanos Grimm pues, como sabemos, la madrastra desea matar a Blancanieves porque el espejo le dice que la joven es más bella. Por ello, es precisamente por el miedo al creer lo que le dice el espejo lo que causa que quiera hacerla desaparecer, como también ocurre en Edipo rey (ca. 430 a.C.), donde vemos a un padre, Layo, que abandona a su hijo nada más nacer debido al miedo ocasionado por una profecía, según la cual este último mataría a su padre en un futuro y yacería con su madre. 
Por lo que respecta al sueño, es innegable la importancia que tiene en Blancanieves, pues este comienza con el engaño de la madrastra y acaba gracias al amor del príncipe. Esto nos lleva a Romeo y Julieta (1595), si bien se observa un matiz pues, si en Blancanieves el sueño acaba con la consolidación del amor entre el príncipe y la joven, en Romeo y Julieta el sueño es el desencadenante de la muerte de ambos amantes. El sueño como metáfora de la muerte aparece reflejado en el cuadro Ofelia (1851) de John Everett, relacionado indudablemente con Blancanieves, pues Disney retoma esta imagen para elaborar la de la princesa.   
Para cerrar este bloque de literatura canónica, resaltamos el uso de la magia, presente en Blancanieves a partir de la figura de su madrastra, quien se convierte en una anciana para convencer a la joven y conducirla a la muerte. Esto podemos vincularlo con La Celestina (1499), pues la figura de la alcahueta representa a una mujer mayor que, según se ha señalado, hace uso de la magia para lograr el fin que desea: despertar en Melibea el amor por Calisto. 
En segundo lugar, en cuanto a los productos que derivan directamente del relato de transmisión oral de Blancanieves cabe señalar el Pentamerón (1634), de Giambattista Basile, pues durante mucho tiempo se creyó que este autor del siglo XVI fue el germen originario, ya que en su antología de historias tradicionales creó una historia cuyo argumento es similar al de Blancanieves: Lisa es una niña de siete años a la que entierran en un ataúd de cristal al darla por muerta, a pesar de que en realidad se encontraba en un estado de inconsciencia similar al de esta princesa. De esta historia se creyó, por tanto, que provenía la de los Hermanos Grimm (1812). Lo cierto es que esta última serviría como germen para el surgimiento de distintos productos culturales, entre los que cabe señalar el cuadro Snowdrop and the seven little men (1897) de John D. Batten, que acoge como motivo el momento en que los enanitos descubren a Blancanieves durmiendo sobre una de sus pequeñas camas. Lo que llama la atención de esta pintura es la apariencia de esta mujer, la cual no se ajusta a la descripción que hicieron sobre ella los hermanos Grimm, pues no tiene el cabello negro como el ébano. Asimismo, cabe resaltar que los enanitos no son representados como pequeños hombrecillos, sino como duendes o elfos de la mitología nórdica. Estos mismos personajes aparecen posteriormente en el cuadro Snow White (1902) de Henry Meynell Rheam, donde también encontramos a la princesa con cabellos dorados acompañada por estos seres alejados del imaginario de Disney. Posteriormente, Henry Meynell Rheam, en su cuadro Once upon a time (1908) establece una nueva visión pues, aunque Blancanieves continúa teniendo cabellos dorados, los enanitos se asemejan más a pequeños hombres. 
         Por su parte, el director y productor de teatro Winthrop Ames dirigió una obra estrenada en Broadway titulada Snow White and the Seven Dwarfs (1912), la primera escrita para el disfrute de los niños y, posteriormente, adaptó el guion para Snow White (1916), una película muda dirigida por J. Searle Dawley. De esta última proviene la versión de Walt Disney Blancanieves y los siete enanitos (1937), pues este asistió por primera vez a la proyección de un largometraje con 15 años para ver la película anteriormente citada, con la cual quedó muy impresionado, de modo que se convertiría en el origen de la idea del filme de animación que produciría años después. 
Posteriormente, han sido numerosos los artistas que han basado sus creaciones en la obra de Walt Disney, pero no todos ellos se han decantado por acogerse a este filtro, ya que son varios los productos que se han alejado de esta versión y que han bebido directamente de la de los Hermanos Grimm, como el espectáculo musical del grupo Les Luthiers, cuyo nombre es Blancanieves y los siete pecados capitales (1969-1970), pues en él se introduce el psicoanálisis a través de la protagonista, quien explica un sueño extraño al verse obligada a luchar contra los pecados capitales -pereza al nacer, envidia de su madrastra, etc.-. Esta versión tiene influencia en la ópera de Heinz Holliger Schneewittchen (1998), pues se retoma el estudio psicoanalista en una versión que se aleja de la destinada para niños. Asimismo, también influyen los Hermanos Grimm en la película de Michael Cohn titulada Blancanieves: un cuento de terror (1997), pues ofrece la visión siniestra del relato, bastante distinta a la de Disney, lo cual ocurre también en el relato “La dama de nieve”, inserto en La cámara sangrienta (2014), de la autora Ángela Carter, quien adapta la tradicional historia y crea una en la que sobresalen celos, muertes y violaciones. Por último, la versión “La nieve y los pájaros”, de El camerino: cuentos clásicos reinventados (2013) escritos por Gabriela Damián, bebe de la versión de los Hermanos Grimm, pues la autora describe el ambiente medieval de la época con detalles realistas y crudos, como la dura vida de los mineros y la actitud de la madrastra, que llega a comerse el corazón de un animal pensando que es el de la princesa. 
Dada la popularidad y difusión de la versión realizada por Walt Disney, no es de extrañar que se haya convertido en una fuente de inspiración para obras posteriores, como la novela humorística de Donald Barthelme titulada Snow White(1967), reescritura en la cual los siete enanitos viven en una comuna y Blancanieves representa a una mujer moderna. También ha bebido de esta versión infantil la película Blancanieves y los tres vagabundos (1961), dirigida por Walter Lang, quien se sirve del molde de la comedia fantástica para presentar a tres vagabundos, protagonizados por los humoristas The Three Stooges, que cuidan a Blancanieves, una patinadora sobre hielo. Por su parte, John Howley, en Happily Ever After (Snow White and the Realm of Doom) (1990), realiza una secuela no-oficial de la versión de Walt Disney, e introduce en su historia a enanitas dotadas de poderes mágicos para ayudar a Blancanieves a rescatar a su amado. Otro producto de la cultura vinculado con Disney es el relato “Blancanieves y los siete enanitos”, incluido en Cuentos infantiles políticamente correctos (1994), de James Finn, donde, de nuevo, se explota el componente humorístico, ya que el escritor libera a sus protagonistas de tintes sexistas, racistas, heteropatriarcales y discriminatorios y sitúa a Blancanieves junto a siete hombres “verticalmente limitados” quienes, junto al príncipe, se convierten en antagonistas al querer obtener de ella y de la madrastra beneficios económicos y sexuales. Sin embargo, estas dos se alían y logran vencerlos. Posteriormente, Neil Gaiman escribe “Snow, Glass, Apples” en Smoke and Mirrors (1998), donde el punto de vista principal es el de la madrastra, quien lucha para salvar el reino de la monstruosa princesa, por lo que este autor invierte el argumento tradicional. Otro producto de la cultura vinculado con la película de Disney es la canción de Tiffany Thorton Someday my prince will come (2009), difundida por Disney Channel UK, la cual acompaña las imágenes de Snow White And The Seven Dwarfs Diamond Edition. Kate Bernheimer también se ha servido de la versión animada para su antología de cuentos My mother she killed me, my father he ate me (2010), en los cuales emplea humor e ironía para subvertir los estereotipos instaurados en la sociedad. Posteriormente, dos películas que tuvieron mucho éxito son Blancanieves y la leyenda del cazador (2012), de Rupert Sanders, en la cual un hombre es el encargado de acabar con la vida de la princesa pero, contra todo pronóstico, se convierte en su protector y la ayuda a recuperar el control de su reino, y El cazador y la reina del hielo (2016), de Cedric Nicolas-Troyan, centrada en la disputa entre la malvada reina Ravenna y Freya, sin la figura de Blancanieves en escena, pues está considerada una precuela. En esta última, Halsey dio voz a la canción Castle (2015), la cual habla del momento en el que la malvada madrastra sube al trono para ocupar el lugar de “un viejo” que identificamos con el padre de Blancanieves. A estas películas hay que sumar Mirror mirror (2012) de Tarsem Singh, que acoge una actualización cómica del filme de Disney con personajes de carne y hueso, narrada desde el punto de vista de la madrastra. En este caso, Blancanieves, ayudada por los siete enanitos, se enfrentará a ella para recuperar su trono y conquistar al príncipe con el que la malvada reina se pretende casar. Con un título similar encontramos, por último, la antología de relatos Mirror, mirror: a retelling of Snow White and other stories (2013), de Laura McConaughay, reedición en la que la malvada madrastra alcanza el grado de locura, dejando de ser una historia infantil para abarcar a un mayor número de destinatarios.
En tercer lugar, lo que comparten los elementos del margen inferior es el hecho de interpolar el personaje de Blancanieves de forma secundaria, de modo que este no es el eje temático principal de los mismos, sino que aparece junto a otras figuras. Así, en la obra escrita por Mario Ramos ¡Soy el más fuerte! (2002), el protagonista es el lobo de Caperucita, que en su paseo por el bosque va encontrándose con diferentes personajes de cuento, entre ellos, Blancanieves. Por su parte, en la obra de Menchu Gutiérrez, Decir la nieve (2011)se recogen los distintos tratamientos que se ha hecho de la nieve en la literatura, por lo que, inevitablemente se ha de citar un pasaje del archiconocido cuento Blancanieves; sin embargo, pese a que el libro se inicia con una referencia al personaje, no es sino uno de los múltiples ejemplos de intertextualidad que podemos hallar en la obra. Igualmente, en la película de Chris Miller Shrek tercero(2007), Blancanieves es uno de los muchos personajes que aparecen en la historia, aunque también cabe destacar que en este caso se modifican datos relativos a su biografía para adaptarla al mundo ficticio de Shrek. Ese segundo plano ocupado por el personaje es extrapolable a la serie de Edward Kitsis y Adam Horowitz Once upon a time (2011), pues, pese a que el papel de Blancanieves sí es relevante para el desarrollo de la trama, no es más importante que el que desempeñan otros personajes, como la Bella Durmiente, Caperucita o el lobo, quienes tienen en común el hecho de haber sido transportados al mundo real desproveídos de todos sus recuerdos por la acción de una poderosa maldición. Asimismo, en el capítulo “Cuatro grandes mujeres y una manicura” (2010) de la archiconocida serie de animación de Matt Groening, Los Simpson, podemos encontrar referencias a la célebre doncella: Lisa Simpson versiona el relato -aunque cambiando los nombres por cuestiones de copyright- para demostrar que Blancanieves pudo despertar sin ayuda del príncipe; si bien solo es una de las cuatro historias que Lisa cuenta para demostrar que las mujeres pueden ser inteligentes, poderosas y hermosas. Finalmente, por lo que respecta al videojuego de Square Enix y The Walt Disney Company, Kingdom Hearts (2002-2019), la presencia de Blancanieves, pese a ser relevante para el desarrollo del juego, se reduce a dos apariciones: la primera en Kingdom Hearts I (2002), donde es una de las Siete Reinas de Corazones a la que quieren robar este órgano del cuerpo para abrir la puerta a la oscuridad, y la segunda y última en Kingdom Hearts Birth by Sleep (2010), donde tiene un mundo destinado a su historia: el bosque de los enanitos.
En cuarto y último lugar, por lo que respecta al apartado de publicidad, situado en el margen inferior derecho, se puede apreciar que casi todos los anuncios o productos publicitarios tienen como referente el largometraje de Walt Disney, pues toman la vestimenta de la protagonista de esta película animada para incorporarla a sus creaciones. Así sucede en el anuncio de Doritos llamado Blancanieves (2010), en el que la joven, de manera inocente, intenta acceder a la fiesta que se celebra en casa de los siete enanitos, pero uno de ellos le impide el paso a menos que lleve consigo Doritos Rock & Cream. En este punto aparece la antagonista, quien va cargada con varias bolsas, por lo que el enanito la deja entrar en la fiesta ante el desconcierto de Blancanieves. También se reproduce esta vestimenta en el anuncio de televisión Blancanieves (2014) de la compañía de seguros Verti, en el que se puede ver a esta princesa despertándose de su letargo para ir a la nevera y coger una manzana y morderla, hecho que la sume en un sueño. La aparición de este fruto es especialmente significativa, ya que, al ingerirla, se desmaya sobre una alfombra con la forma de dicha fruta de la marca Apple. La película de dibujos de Walt Disney también supone un referente para la Botella Blancanieves de Font Vella(2015) y para el vinilo adhesivo para MacBook (2015). En el caso de la botella, se toma el diseño de la protagonista de la película para cubrir el recipiente, mientras que el vinilo también representa esta figura que parece sujetar el logo de Apple: una manzana. En el caso de Almacenes París: Blancanieves (2007), encontramos una superficial referencia al espejo, aunque el referente principal es la manzana, ya que se nos muestra a la madrastra intentando envenenar a Blancanieves con ella. En efecto, Blancanieves la muerde pero, al contrario de lo que sucede en la versión original, es la reina la que acaba pereciendo a causa de su envidia.  Por último, en el caso de la cervecería Jamieson (2009), Blancanieves aparece semidesnuda en la cama con los siete enanitos mientras hace aros con el humo de un cigarrillo. En este caso, encontramos una clara intención de subvertir la película de Disney, tras lo cual hubo un litigio entre dicha cervecería y la compañía Disney, ya que esta última se mostró molesta por el hecho de que se hubiese escogido una imagen dirigida en un principio a un público infantil para relacionarla con un establecimiento donde se vende principalmente alcohol.


Si nos habéis leído hasta aquí, sois unos auténticos héroes. Deseamos que os haya gustado el trabajo que hemos realizado hasta ahora y, si tenéis cualquier duda, la podéis dejar en comentario para que os respondamos en cuanto la veamos. ¡Mucho ánimo y a por ello, compis! Si os podemos ayudar en algo, aquí estamos, ya lo sabéis, y a vosotros, profes, mil gracias por todas las indicaciones, los consejos y por resolver con tanta paciencia nuestras infinitas dudas. Para despedirnos, os dejamos una imagen con una de nuestras frases favoritas de la película.

Nos leemos en el siguiente post.

Nereida, Lidia, Mari, Amanda, Lydia y Raquel.

Comentarios

  1. Me paso para leeros y crear la constelación de mi grupo. Recolecto ideas de por aquí :)
    Muy chuliiiiiiiiiiiii.

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