¡Buenas noches chicas y chicos! En esta entrada os dejo con un relato sobre la educación dentro de diez años.
Una
tarde cálida de primavera, Sofía permanecía sola sentada en su sofá estudiando
uno de tantos temas que debía preparar para poder aprobar su oposición,
mientras se escuchaba de fondo uno de sus programas radiofónicos favoritos.
Tras
horas delante de su ordenador, decidió realizar un breve descanso y subir el
volumen de la radio. En este momento, escuchó a uno de los locutores confirmar
nuevos contagios y fallecidos a causa de la pandemia mundial. Afligida,
desconectó el aparato y se volvió a sentar en su sofá sumiéndose poco a poco en
un profundo sueño.
A
la mañana siguiente, mientras Sofía desayunaba un café y una tostada, escuchó
el timbre. Esta se levantó sobresaltada, ya que debido a la enfermedad todos
los ciudadanos debían permanecer en sus hogares, sin poder salir. Al abrir la
puerta, solo se encontró con un extraño y misterioso paquete. Miró hacia los
lados con el fin de hallar a la persona que había dejado ese sospechoso regalo,
sin embargo, no había nadie.
Minutos
después, Sofía, como todos los días, volvía a estar sentada en su sofá
observando curiosa el paquete que sostenía entre sus manos. Al abrirlo, se
quedó sorprendida al ver que se trataban de unas gafas de realidad virtual. En
este momento escribió a sus amigos y familiares para averiguar quién se las
había regalado, pero no obtuvo respuesta.
La
muchacha que se sentía aburrida, decidió ponerse las gafas. Al ponérselas se
quedó absorta al ver que a través de ellas podía ver cómo sería el mundo dentro
de diez años. Debido a que estaba preparándose unas oposiciones para ser
profesora en un futuro, decidió acudir a un instituto para ver si la educación
seguía siendo igual que ahora. No obstante, se encontró con una realidad
bastante diferente. Los alumnos estaban separados unos de otros por mamparas de
cristal a causa de la pandemia que aconteció en 2020. Además, los estudiantes no
tenían libros, sino que contaban con un dispositivo del grosor de un folio que los
sustituía. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue ver algunos hologramas de
los alumnos, ya que aquellos que no podían acudir a clase podían hacerlo de
manera virtual.
Al
ver esto, decidió quitarse las gafas y seguir estudiando con el objetivo de
poder cumplir algún día su sueño, ser profesora.
¡Espero que os haya gustado! Nos leemos pronto.
Mari Carmen.
Comentarios
Publicar un comentario